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García Harfuch descarta vínculos criminales de escoltas del alcalde de Uruapan; Sheinbaum promete justicia sin militarización

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El secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, afirmó que no existen indicios de que los escoltas del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo Rodríguez, tuvieran vínculos con la delincuencia organizada.


“De hecho, fue uno de los propios policías municipales quien abatió al agresor”, señaló el funcionario.

De acuerdo con las autoridades, uno de los atacantes fue abatido en el lugar y dos personas fueron detenidas por su presunta participación en el homicidio. García Harfuch añadió que instancias federales y estatales trabajan de manera coordinada en el análisis de videos, testimonios y otras evidencias relacionadas con el crimen.

“Vamos a reforzar las operaciones en Michoacán, priorizando la investigación sobre el uso de la fuerza”, subrayó.


La presidenta Claudia Sheinbaum aseguró este lunes que el asesinato del alcalde, ocurrido el 1 de noviembre, no quedará impune. Indicó que el Gobierno federal respaldará a Michoacán “con toda la fuerza del Estado”, aclarando que dicha fuerza se ejercerá a través de la justicia, no de la militarización.


“Como se lo mencioné a sus familiares y lo digo con toda claridad: no habrá impunidad. Vamos a seguir todas las investigaciones hasta dar con los responsables, no solo materiales, sino también con quien ordenó esta ejecución”, afirmó durante su conferencia matutina.


La mandataria explicó que se reforzó la presencia de la Guardia Nacional y la coordinación con fuerzas militares, reiterando que “Michoacán no está solo”. Defendió además su estrategia de seguridad basada en la inteligencia, la investigación y la atención a las causas sociales, en contraste con enfoques de confrontación directa.


Por su parte, el secretario de la Defensa Nacional, Ricardo Trevilla Trejo, reconoció la valentía del alcalde asesinado y explicó que contaba con un esquema de protección que incluía escoltas municipales y vigilancia periférica a cargo de la Guardia Nacional.


“El personal de la Guardia Nacional estaba adiestrado y dotado con armamento para enfrentar a grupos delictivos con alto poder de fuego. Su misión era proporcionar seguridad periférica y acompañar al alcalde en recorridos y operativos”, detalló.


El asesinato de Manzo, ocurrido tras un evento público por el Día de Muertos, provocó una ola de indignación en Michoacán. Se registraron protestas y enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas policiales.


El pasado 8 de octubre, Manzo pidió directamente a Sheinbaum y a García Harfuch que no retiraran a la Guardia Nacional del municipio, donde los agentes apenas tenían unos días operando.


Ayer, García Harfuch señaló que el alcalde contaba con protección federal y municipal desde 2024, la cual fue reforzada en 2025, semanas antes del ataque

 
 
 

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